Las despedidas nunca han sido fáciles, eso es lo que está ocurriendo con las céntricas Galerías de la Oliva, en Pontevedra, a las que están diciendo adiós todos los comercios que alberga y los peatones que las recorren a diario.
El derribo del edificio número 3 de la calle Gutierrez Mellado será definitivo el 31 de enero y muchos de los comerciantes ya comienzan a irse del lugar.
La cafetería Galería, la tienda de comercio justo o la clínica de podología, entre otros, que se encontraban en la galería, ya se han mudado de ubicación, dejando atrás muchos recuerdos, y con una queja que todos comparten: “Nos hemos enterado por segundas personas de lo que iba a pasar”.
Cada vez más, lo que era un lugar muy transitable por los vecinos de Pontevedra se están convirtiendo en un sitio fantasma. “Llevaba aquí nueve años, le cogí el relevo a una familia que había regentado el negocio durante dos generaciones”, ha afirmado una de las comerciantes a La Voz de Galicia.
Sin embargo, la gente no pierde la ilusión al tener que mudarse con sus negocios a otra parte: “Volvemos a emprender, lejos de donde nacimos”.
A pesar de ser un lugar histórico en la ciudad, muchos de ellos ven la parte buena en este cambio, ya que a partir de ahora sus locales tendrán una mayor visibilidad al estar a pie de calle.
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