Un operativo de la Guardia Civil en Poio, en noviembre de 2019, resultó en el mayor desmantelamiento de un cultivo indoor de marihuana en la zona.
En total, se confiscaron 341 plantas de cannabis de dos naves industriales. Tres de los cuatro implicados en el caso han sido condenados, aceptando un año de prisión (suspensión condicional) y una multa de 1.900 euros. Un cuarto acusado ha sido absuelto de los cargos.
Este cultivo estaba equipado con tecnología avanzada para el crecimiento acelerado de las plantas, demostrando la sofisticación del operativo ilegal. La intervención policial fue clave para poner fin a este notable caso de narcotráfico en la región.
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